jueves, 6 de septiembre de 2007
La pachanga de los martes
Estrellas del Puntal 2
(Chupa, Edu, Juanpe, Lenti, Alberto)
Amigos de Narros 7
(Narros, Monti, Pepo, Pepe, José Andrés)
Así de contundente y sorprendente fue el marcador en este primer choque de la pretemporada. Y pudo ser peor, porque sobre el campo sólo hubo un equipo, Amigos de Narros, que dio una lección de lo que es jugar al futbol sala, ya sabéis, aquello de defensa, movilidad, posición, primer toque, y acompañamiento incondicional del segundo palo en ataque.
El partido comenzó con un tanteo por parte de ambos equipos. En un principio, parecía que Estrellas del Puntal, por nombre y por categoría iba a tener un partido fácil, y así lo creían hasta sus rivales. Pero en el fútbol además de nombre hay que tener huevos y rapidamente el equipo de Narros se puso con un favorable 0-4.
La tendencia ganadora se inquieto tan solo con un disparo potentísimo del nuevo fichaje Chupa al que nada pudo hacer el excelente cancerbero de las camisetas de lobos. El gol entró pegado a la base del poste e hizo inútil la imposible y espectacular estirada del portero. Sin embargo, esto solo fue un espejismo en mitad del duro desierto que atravesaron la pasada noche Edu y sus amigos. La ex-estrella del CDK Puntal no estuvo comoda ante el ordenado marcaje del rival, y es que quizá tiene la cabeza en otra parte. No obstante, la única vez que le dejaron armar la pierna derecha nos obsequió con un golazo de crack. Ese gol supuso el 2-6. Tras este tanto hubo una fase de desconcierto en el equipo que iba por delante. Por un momento los fantasmas de la remontada y de una posible comida de mierda descomunal (amenizada con el ya famoso uhhhh uhhhh de ya saben quien) aparecieron en la mentes de sus jugadores:contragolpes de risa, pases a ningún sitio de Pepe, educados suspiros de José Andrés, maldiciones y blasfemias de Mon, palabras entrecortadas de Pepo... en definitiva, un desaguisado de cojones que obsevaba Narros desde la meta haciendo un considerable esfuerzo por no vomitar, hasta que un nuevo y afortunado tanto supuso el definitivo 2-7.
En los último instantes, el bueno de Alberto, quiso salvaguardar la dignidad de sus estrellas e hizo un lucido paripé con la lesión de uno de sus tobillos. Así, el final se diluyo de un modo más dulce para los perdedores, aunque no faltaron las clásicas amenazas (muestras sin duda del orgullo herido) a disputar más choques con idénticas formaciones en un intento patético de revancha o vendetta.
El mejor de la noche: José Andrés. Este chico no descansa ni en verano. Tan profesional, serio y ordenado como nos tenía acostumbrado.
Por qué no me quedé en mi casa: Lenty. Desaparecido. Sus compañeros echaron el falta su velocidad y su gol. Desconocido.
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