La crónica

.

Argentinos Jr 4 (Edu, Pepe 3)
La Generala - Semen Up 1 (el de siempre como siempre...)



Es difícil encontrar la inspiración que merece la albiceleste gesta de ayer en estos momentos. Y no porque la emoción embargue el sentimiento y la pluma de quien les escribe, sino porque no son ni las ocho de la mañana de un domingo, y acabo de cambiar un pañal full of danger que encendería las alarmas, aún más, de la maltrecha Fuckushima. Sin embargo, prometí crónica y quizá no encuentre mejor momento durante el día. Empecemos.

El partido se presentaba como la primera final de las seis que les quedan a los exmandarinos antes de acabar la liga que todos recordaran por casi acabar con Argentinos. De esos seis encuentros, deben ganar al menos cuatro para soñar con la permanencia, y ni con esas tendrán todas de su lado. Pero no es hora de hacer cuentas ni de provocar vértigos innecesarios que lastren todavía más su donfianza. Todos recordarán , lo que ya contaba Patronio de Truhana a su amado Conde Lucanor. Y es que no se deben hacer cuentas de lechera, e ir partido a partido. Dios, como suele decirse, proveerá.

El choque comenzó con un timido contacto entre las dos veteranas escuadras. Ninguno de los equipos quería arriesgar y eso se notaba en lo conservador que se mostraba el juego,en la absurda velocidad de la pelota, y en las pocas ocasiones que se contaron en los minutos iniciales. Visto desde fuera, no podía sino recordar esto. O esto otro. Así podían estar ad infinitum, de no ser por la jugada que cambió, gracias a Dios, el encuentro. En un lance de la Generala por banda, y tras un centro raso con peligro, el querido Davor cortó la pelota dejándola mansa frente al portero, quien -con dos cojones- la cogió ante el asombro de propios y extraños. Es cierto que la voluntad del defensa no era dar un precioso pase preciso, y vive Dios que la calidad del mismo dejó ya hace años de permitirle una frivolidad como esa si no es fruto de la casualidad, pero también es verdad que esos balones no se cogen nunca y que en Maristas hace falta mucho menos para que te líen un plátano.

Así que penalty y enésimo gol de la pesadilla Parrilla, quien suma y sigue en su casillero de goles a Argentinos. Tras el gol hubo un poco de desconcierto por parte del que fue el equipo naranja, quienes estaban más preocupados de discutir con el árbitro que de intentar remontar el partido, y así las cosas, pasó lo mejor que pudo pasarles: descanso y a pensar en la segunda parte.

Ésta llegó con un cambio radical en la mentalidad Junior. Sólo quedaban 20 minutos para el vuelo, directo y sin escalas, a Segunda, y así, entre la espada y la pared, no hubo otra que hacer los deberes. Por primera vez se arriesgó y se buscó al contrario en la salida de la pelota, con presión en todo el campo, y agotando los cambios con rapidez, como mandan los manuales del buen hacer futbolero. Se le dio a la pelota media velocidad más y por ello la Generala se ahogó en la creación y comenzó a quemarle la pelota. Y es que el físico es uno de los pilares de un equipo de más de treintaypico de media. Si éste falla a mitad del partido, y no tienes cambios, palmas. Pero por suerte para los Junior, esta vez Argentina tenía dos jugadores más que su rival. Aún así hubo que esperar hasta que Edu, dándole sentido a su esfuerzo, y aun con lo que se le viene encima, abrió la lata. Recibió de espaldas un pase de Pepe por el centro, y con el virtuosismo de una bailarina soviética, se giró para colocar el balón en la red en certero tiro cruzado. Empate.

Las ocasiones se sucedían, con algún que otro susto de La Generala, quienes pronto empezaron a comprobar que ayer no era su día. De esta manera, en una jugada de ataque argentina, el extramotivado Pepe se deshizo con un regate del defensa y con un disparo de los suyos, con los ojos cerrados, depositó la pelota de nuevo en la redes marianas. ¡Vaya potra! Para colmo, el tercero también fue obra del 5. En un corner muy mal defendido por La Generala empaló solo y con mucha fortuna la pelota. Ésta llegó sin obstáculo y con toda la suerte del mundo al hueco del segundo palo. Llegaba la tranquilidad al equipo albiceleste, quien pudo sentenciar el choque de no ser por el ansia de regate de Quiñonero quien desperdició un mano a mano con el portero por esperar al defensa para burlarlo de nuevo y hacer así un gol más bello. Casi le sale. Aun así, con el 3-1, la cosa se ponía de cara para los colistas.

A partir de ese instante portero-jugador por parte de los chicos de Semen-Up y nueva comprobación de lo mal que tiran a puerta -desde su campo y sin portero- los chicos de la Pampa. La Generala tuvo también sus ocasiones, pero esta vez se encontró con Álvaro quien insistía en enmendar su error en la ya olvidada cesión de la primera mitad. Ya en los útimos segundos, en un balón perdido, y tras tremendo pelotazo a Edu por demoledor disparo parrillero, el bueno de Di Nabo cedió ya sin portero otra vez a Pepe, quien hizo el cuarto y su primer y único hat-trick de su carrera.

Las notas:

Álvaro 3 (por imperativo legal)
Nacho 3 (por imperativo legal)
Davor 3 (por imperativo legal)
Monty 3 (por imperativo legal)
Lenti 3 (por imperativo legal)
Edu 3 (por imperativo leal)
Quique 3 (por imperativo legal)
Pepe 3 (porque escribe la crónica)



.